Cada vez es más difícil captar la atención del público. La gran cantidad de competidores y el comportamiento de los usuarios y sus (des)intereses hacen que los creadores de contenidos debamos incrementar la creatividad y la innovación para atraer, cautivar y enamorar a la audiencia.
Con el storytelling, es posible mejorar la comunicación de tu empresa o institución, especialmente para gustar y fidelizar a tu público potencial a través de tus contenidos.
Esta técnica de comunicación se basa en contar historias para que el consumidor conecte emocionalmente con tu marca. La importancia radica en la habilidad para darle al relato una estructura, una forma y una fluidez de manera que se cree empatía e impacto en el espectador para que se sienta seducido.
¿Qué es el storytelling?
En español, storytelling se traduce como narración de historias. Esta forma de contar un hecho se ha convertido en una técnica muy usada por los profesionales del marketing, ya que su uso a lo largo de la historia ha permitido inculcar ideas y moldear el comportamiento humano desde tiempos remotos.
¿Sabías que el cerebro, cada vez que aprende algo nuevo, lo almacena como una historia? Cuando las personas evocamos un pensamiento y lo comunicamos, lo hacemos a través de una historia. Incluso, vamos agregando nuevos elementos a la narrativa, en función de lo que vamos aprendiendo a lo largo de la vida. Es decir, rellenamos con creatividad e imaginación datos que complementen la historia, para hacerla más rica e interesante.
La era digital en la que vivimos ha abierto un sinfín de oportunidades para que las marcas (empresas, instituciones, entidades y profesionales) comuniquen su historia, sus servicios o productos, su alma, sus valores, su carácter, etc. Ahora bien, no es fácil convertir tu mensaje en un buen relato que llegue al corazón de las personas para que reflexionen, asocien y reaccionen.
En este artículo te daremos algunas claves para que aprendas a convertir tus contenidos en una historia que alcance a tu público de forma efectiva.
Beneficios del storytelling para vender
¿Por qué recurrir a esta técnica de comunicación? El poder que tienen las historias bien contadas consigue que la audiencia cambie de idea o actúe de una determinada manera. Por eso, usar el storytelling en tu comunicación tiene muchas ventajas:
– Genera empatía. Cuando un consumidor escucha una historia bien narrada y estructurada, rápidamente el cerebro de esa persona se conecta. Esto lo hace porque segrega una sustancia neuroquímica llamada oxitocina, la cual está asociada a la empatía. Esto estrecha las relaciones marca-consumidor, haciendo que vea diferente esa empresa y la haga formar parte de su vida.
– Facilita el recuerdo. Un mensaje explicado mediante una historia que realmente cautive es más fácil de recordar porque se relaciona con las emociones y nuestro cerebro lo atrapa mejor.
– Consigue confianza. En el caso del marketing, la audiencia no verá los contenidos como publicidad intrusiva, lo cual ayuda a prestar atención y a responder con estímulos positivos ante esos contenidos de la empresa.
– Implica al espectador. El usuario que lee o escuchar una buena historia siente una conexión con los personajes o los hechos que le ocurren, lo que le estimula a interactuar, participar, compartir. Se siente implicado emocionalmente con esos contenidos y siente el compromiso de saber más o actuar.
– Incita a compartir. Por sus características, una historia bien contada tiene muchas más posibilidades de convertirse en viral en las redes sociales. Un contenido que llama la atención y seduce motivará a los espectadores a compartirlo con sus amigos, familiares y seguidores y conseguirá más impacto y visibilidad.
– Ofrece un formato único. El storytelling permite transmitir tu mensaje o tus valores de una manera especial y singular. Con otras técnicas difícilmente se podrían difundir con la misma eficacia y capacidad de relato.
¿Cómo desarrollar una historia?
A continuación, veremos las posibles estructuras y formatos con los que cuenta el storytelling para desarrollar un relato con éxito.
Para contar una historia que realmente impacte, lo primero que hay que hacer es recopilar información. Debemos conocer qué queremos contar y quiénes serán los personajes de la narración. Se trata de hacer un análisis en conjunto del contenido y lo que rodea la trama, así como del público al que se dirige y lo que queremos conseguir con la historia, para organizarla y que el relato tenga sentido.
Dependiendo de lo que se quiera lograr, cada historia debe contener una estructura básica como la siguiente:
– Público objetivo. Es importante que identifiques el público objetivo. Es indispensable conocer sus necesidades, inquietudes, problemas y saber a dónde quieres que lleguen.
– Temática. El tema que trata la historia es clave, porque en él se centran todos los elementos que conectarán con el público objetivo. Aquí entran los valores, los protagonistas, el ambiente, los detalles y todo lo que forma la narrativa.
– Personajes. ¿Quién protagonizará y aparecerá en la historia? ¿Cómo son esos personajes físicamente? ¿Cómo piensan? Y todo esto, ¿por qué?
– Objetivo. ¿Qué objetivo perseguirá el protagonista a lo largo del relato? Es necesario plasmar esta meta que tendrá, aquello que quiere resolver o conseguir. Esto restablece el orden de la historia, haciéndola más factible y empática.
– Desarrollo. Hay que planificar bien cómo avanzará y fluirá la historia. Recuerda que los hechos no son secuenciales (por orden sin más), sino que son consecuenciales. Es decir, unas situaciones ocurren como consecuencia de decisiones o acciones que pasan en la propia historia.
Planifica, sí. Pero ten en cuenta que lo imprevisto genera un gran atractivo. A medida que se cuenta la historia, es necesario incluir aspectos del tipo acción-reacción, donde el protagonista ponga en juego sus habilidades y destrezas, para superar el problema. La intriga generada en la trama hace que la audiencia se quede atenta hasta el final.
– Desenlace. Cuando la historia concluye se debe ofrecer una resolución del conflicto, una consecución o no de los objetivos perseguidos por el protagonista, un mensaje claro, una moraleja… El final de la historia es muy importante por dos motivos. Por un lado, en todo discurso o relato las últimas ideas son las que mejor recordará el espectador y serán las que le dejarán con un buen o mal sabor de boca. Y, por otro lado, quien ha llegado hasta el final de la historia es porque realmente le ha interesado y se ha sentido cautivado por la trama y empatiza con los protagonsitas.
Usar el storytelling en tu empresa
¿Qué aplicabilidad tiene la narración de historias en el marketing? ¿Cómo puedes usarlo para vender tus productos o servicios? Para aplicar storytelling en una empresa, la clave está en conocerse bien a sí mismo. Como organización, tu relato debe contar con:
– Misión. Más allá de contar quién eres, la historia debe contener elementos que impacten en la persona. Ofrecer lo imposible ya no atrae, pero sí tiene resultados involucrar a las personas en la historia.
– Público. Antes de contar una historia es necesario que recojas información del público objetivo. A través de métricas, indicadores, análisis de comportamiento, preferencias, intereses y mucho más puedes obtener información relevante de la audiencia.
– Estrategias metodológicas. Una vez creadas las historias, es indispensable saber clasificarlas para compararlas entre sí. El objetivo es identificar qué historia está teniendo mayor impacto en la audiencia, y mejor aún, por qué ocurre.
Casi cualquier marca podría usar el storytelling para promocionar y transmitir sus valores, mensajes, productos o servicios, solo hay que analizar bien y establecer la estrategia más adecuada para, posteriormente, elaborar la historia mejor contada sobre ti. ¿Te ayudamos?
